Alatriste

Ficha técnica:

-Título original: Alatriste (Basado en la novela de Arturo Pérez-Reverte Las aventuras del Capitán Alatriste)

-Año: 2006

-Duración: 140 min

-País: España

-Director: Agustín Díaz Yanes

-Reparto: Viggo Mortensen, Elena Anaya, Unax Ugalde, Eduard Fernández y otros

-Productora: Cooproducción España-Francia-Estados Unidos. Estudios Picasso/ Origen PC/ La Chauveu Soris

-Género: Acción, Histórica, Drama

Sinopsis

El capitán Alatriste (Viggo Mortensen) es un miembro de los Tercios que malvive realizando encargos como mercenario espadachín para el mejor postor, mientras trata a su vez de cuidar al hijo de un compañero de armas fallecido en el frente flamenco. Tras recibir un encargo para asesinar a dos protestantes ingleses, Alatriste se verá sumergido en una trama que le llevará a desde el Palacio Real hasta las mugrientas trincheras de Breda. 

Psicología de los personajes

El personaje a analizar en esta cinta es Felipe IV, rey de la Monarquía Hispánica en estos momentos.

Personaje

-Historia real: Felipe IV ha sido descrito como un hombre inteligente y deportista, pero bastante tímido como para asumir directamente las tareas de gobierno. Por ello, confió durante casi todo su reinado las tares de gobierno a diferentes validos (Baltasar de Zúñiga, Olivares y Haro), quienes intentaron aplicar reformas destinadas a solventar la mala situación de un imperio que mostraba ya claros signos de decadencia. Durante su reinado, Felipe fue invadido por un enorme sentimiento de culpabilidad, creyendo firmamente que los males de imperio eran productos de sus pecados, como así confesaba en cartas a sor María Jesús de Agreda. Tras su muerte en 1665, asumiría posteriormente el gobierno Carlos II, El Hechizado, con quien se extinguirían los Austria españoles. 

-Historia ficticia: Simón Cohen es el encargado de representar a Felipe IV en esta cinta. La caracterización física del personaje está altamente lograda, aunque el poco tiempo en pantalla que se le otorga y la practica nulidad de sus diálogos le convierten en un personaje meramente testimonial, como incluido por mera formalidad con la obra original de Pérez-Reverte y con la relevancia de su figura en la historia. La película resalta en exceso la idea de que era el Conde Duque (Javier Cámara) quien maneja los asuntos políticos, y esto se acentúa al ver la cantidad de minutos que recibe este personaje en cámara y la trascendencia de sus apariciones. Felipe, entretanto, aparece únicamente un par de veces: la primera, en su palacio, mientras camina junto al Conde Duque, quien le comenta que acciones llevará a cabo, casi como si las acciones que fuese a desempeñar únicamente las comentase al monarca por mera formalidad, sin que la opinión de este tuviese importancia alguna. De hecho, en esta escena Felipe ni siquiera balbucea una mínima palabra, acentuando el hecho de que pese a su peso como rey, su papel en la cinta es claramente secundario. Otra escena, diez años más tarde, nos vuelve a mostrar a Felipe, ya más adulto y con su particular vello facial asistiendo a una obra de teatro junto a su séquito y de nuevo acompañado por el Conde Duque. Esta vez le vemos susurrando unas palabras, imperceptibles, pero que van dirigidas a comentar a la actriz protagonista de la obra, que es además amante de Alatriste. 

En resumen, Felipe IV en la cinta es un personaje totalmente secundario, y la imagen que se da del mismo es la de un monarca sin iniciativa, totalmente apartado de la política y más preocupado por tener una existencia tranquila y despreocupada. Una actitud chocante teniendo en cuenta el caos que sus reinos están padeciendo en esos momentos.

Valoración personal

En líneas general,la ambientación de la película está bastante lograda, y la caracterización física de los personajes se encuentra también a la altura (sobre todo destacar a Quevedo y al ya nombrado Felipe IV). Ahora bien, pese a demostrar una muy buena documentación, los personajes pecan de ser muy planos y algunas tomas no están lo suficientemente logradas. Como película dentro del género de acción cumple, y para hacerse una idea de como era el panorama europeo en el siglo XVII también, pero su calidad argumental e interpretativa se antoja insuficiente. 

Olivares (Javier Cámara) y Felipe IV (Simón Cohen).